Reflexiones del pastor. Saludemos al año nuevo. Jueves, 1/1/2015

REFLEXIONES DEL PASTOR
JUEVES, 1-1-2015
FIESTA DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS


SALUDEMOS AL AÑO NUEVO
Lc 2, 16 – 21  

Hoy abrimos un tiempo nuevo. Es una de esas divisiones que la organización de los movimientos cósmicos nos sirven de referencia para medir el otro tiempo, el humano, que en medio de los tiempos cósmicos tan largos resulta tan insignificante y veloz como esos efectos que llamamos estrellas fugaces o como esas burbujitas tan identificadas en esta noche en la copa de champaña que rápidamente suben a la superficie de la copa y desaparecen.


Son fechas para celebrar y pensar aunque la costumbre consumista nos hace participar más de la celebración que de la reflexión.

Nuestra celebración religiosa no puede quedarse al margen de todo lo que acontece en la vida; por eso tampoco de este cambio de fechas que recibimos como un espacio nuevo de oportunidades en las que continuar con nuestras luchas cotidianas, poner fin a otras o inaugurar nuevos proyectos que al final revisaremos en un análisis de evaluación.

Todos son oportunidades que no podemos dejar en manos del azar. Entre las capacidades del esfuerzo y la convergencia de muchas condiciones pueden salir adelante los proyectos que nos marcamos. Pero no podemos confiar tanto en esa especie de fatalismo que llamamos suerte y sí en cambio en aspectos más profundos que solemos dejar en el olvido.

La vida, como las oportunidades, se mueve con elementos profundos que no afloran fácilmente si no nos habituamos a pensar en ellos y descubrirlos mediante un ejercicio óptico especial.

En el comienzo de este nuevo año, podemos juntar todos esos sentimientos que se da en nosotros: unos de agradecimiento y alegría por haber llegado esta fecha; otros de recuerdo, tristeza y nostalgia por los que se han ido de entre nosotros sin haber llegado a su comienzo; otros de sacudida mental porque la vida continúa y somos nómadas del tiempo siempre obligados a seguir y seguir caminando aunque la nostalgia del amor nos quiera retener en un lugar, en un tiempo o en unas personas.

En esta fiesta de inicio al nuevo año, las lecturas de la celebración nos hablan de un brindis o de bendiciones muy antiguas que se expresaban en forma de deseo y súplica a la vez, en el que se colocaba a Dios en el centro de la vida, porque a Él se encomendaba la inseguridad de lo desconocido.

¿Cuáles son las actitudes ante el nuevo año?

El Evangelio y el tema de la celebración Fiesta de Santa María y Jornada Mundial de la Paz nos pone delante la figura de Lucas en su narración del nacimiento de Jesús, que ha considerado merecedoras de atención.

En la vida como en este nacimiento que a nosotros nos ha cambiado la historia, quienes cuentan de verdad, quienes llevan delante el mundo de un modo positivo y realmente humano, tan bien divino, son quienes trabajan de una manera callada, sencilla, oculta, poco visible pero muy eficaz.

Con Dios, en cuya presencia y acción hay que creer, trabajan quienes pasan tantas noches en vela, quienes unidos en la oscuridad de muchas noches humanas esperan con anhelo la llegada de la luz que ilumine el camino de la vida; quienes trabajan, como los ángeles de mensajeros de la paz, susurrando noticias de esperanzas y despertando el ánimo de los cansados de la historia; quienes como María dan vida y luchan por la vida, cualesquiera que sean las condiciones en que uno se encuentre.

Con Dios, cuya presencia tanto alegra a quien la descubre, están todos los que silenciosamente promueven canto de alegría, de paz, de amor y de esperanza.

Para este nuevo año podríamos pedir y desear que nos unamos al número de quienes son portadores de la Buena Noticia de Dios y podríamos unirnos a María en su actitud de guardar y meditar todo esto en su interior, sin que la fiesta consumista o los ruidos externos nos lo arrebaten, porque perder la memoria de este nacimiento es volver a la noche de la desesperanza, a la oscuridad vital, a la desorientación del náufrago.

Dios en cambio es claridad, es luz, es ánimo, aliento, energía, paz, alegría y amor. Que el nuevo año nos traiga las bendiciones de Dios, nos consiga la paz y la vida nos sonría con la sonrisa de los niños, el agradecimiento de los pobres y la cercanía de quienes nos necesitan.

Feliz año, feliz comienzo de todos los días que nos quedan en él y feliz compromiso de trabajar por un mundo que sea un poco mejor al acabado diciembre. Que vivamos convencidos de la compañía de un Dios que es Dios de amor, Dios de paz.

¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!


+Roberto de Coro
@MonsLuckert